Como cambian las cosas... Un día estás en la cima de la
montaña mas alta disfrutando del aire, la brisa, el magnifico paisaje, & al
día siguiente estas en el suelo, saboreando polvo & tragando tierra, porque sí nada
mas.
Es injusto, ¿Verdad?, Pero dicen que todo esto forma parte
de aquello a lo que llamamos “vivir”.
Los cambios nos sorprenden, nos agarran de improviso &
sin siquiera consultarnos nos someten a situaciones inesperadas. A laberintos
sin salida. A callejones cerrados & a rutas sin destinos; Que desde un
primer plano su objetivo principal es desorientarnos. Perdernos. Ponernos en
aquella situación de no saber que hacer, ni hacia donde correr, hasta el punto
de llegar a perder el equilibrio…
Todos odiamos los cambios. Como así también todos maldecimos
ese momento en el que hay desprenderse de alguna situación, de un objeto, o,
simplemente de alguien… ¿Y porque? Porque vivimos acostumbrados a lo que nos
rodea y a lo que relativamente nos “pertenece”. Adaptarse a modificaciones consecutivas
en nuestras vidas no es una tarea fácil, al contrario, el proceso de “desacostumbrarse”
lleva su tiempo; & cuesta mucho mas de lo que imaginamos. (¡Muchísimo!)
Nadie dijo que las cosas fueran sencillas. Pero nadie
tampoco dijo que todos los caminos serian cuesta arriba.
No voy a desacostumbrarme esta vez. No me pidas que lo haga.
Ya me acostumbre a vos..
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